lunes, 21 de marzo de 2016
Mecanografia
Saber mecanografía implica ahorrar tiempo a la hora de realizar tus escritos ya que tienes mecanizados los movimientos, equivocarse menos a la hora de teclear y por consiguiente tener menos faltas a la hora de realizar tus escritos. Entre los 10 y los 12 años es la edad ideal para la adquisición de esta habilidad, como lo demuestra este video:
lunes, 16 de noviembre de 2015
Castillo de los Calatravos de Alcañiz
En esta ocasión nos acercaremos al norte de la provincia, a la localidad de Alcañiz, para conocer el castillo de esta localidad
El primitivo castillo de Alcañiz fue una de las
primeras construcciones de la península en adoptar una
planta de forma regular con torres fanqueando sus fachadas y
un patio interior al que dan las diversas dependencias. En él se
distinguían una zona con clara funcionalidad religiosa -localizada en la
parte norte- y otra de carácter militar -emplazada en la parte
meridional. Los principales restos de la zona religiosa son la capilla,
el claustro y el conjunto de la torre del Homenaje; los restos de la
zona de carácter militar debieron de ser caballerizas y zona del cuerpo
de guardia.
La capilla del
castillo es la obra principal de la época románica, y su fecha de
construcción puede ubicarse al filo del 1200. Estuvo dedicada a la
Magdalena y fue la primera parroquia de Alcañiz. En esta obra se aúnan las
características románicas con la austeridad cisterciense. A ella se accede por un
atrio que es, en realidad, la planta baja de la torre del Homenaje. A
su derecha se dispone una bella portada románica que da acceso a la
capilla por la zona de los pies, una de las escasas portadas románicas
del Bajo Aragón. La capilla es de una sola nave, de planta
rectangular y testero recto. Se cubre con bóveda de cañón apuntado,
dividida en cinco tramos por medio de cuatro arcos fajones. Estos arcos
se apoyan en columnas adosadas, en el lado de la epístola, y en
ménsulas, en el lado del evangelio.
En el lado del
evangelio se encuentran los restos del sepulcro de Juan de Lanuza,
virrey de Aragón y comendador mayor de Alcañiz. Esta obra fue contratada
por el escultor Damián Forment en 1537 y es el más importante resto
renacentista del castillo de Alcañiz.
La segunda
dependencia de la zona medieval de este castillo es el claustro. Está
adosado al muro sur de la capilla y a él se accede por medio de una
portada. Se construyó a la vez
que la capilla, siendo reformado posteriormente, a finales del siglo
XIII o principios del XIV. Es también interesante la portada
secundaria que comunica el claustro con el patio interior, en la que
llama la atención la decoración de su moldura exterior. En el lado este
se conservan los restos del sepulcro del comendador García López.
Finalmente, dentro
de la zona medieval destaca su magnífica torre del Homenaje, obra el
siglo XIV, excepto el último piso que es fruto de una restauración
posterior. Es una obra
ya plenamente gótica que se construyó al oeste de la capilla,
elevándose sobre el atrio que da paso a ésta. Así,
sobre el atrio previo a la capilla, se construyeron tres nuevas plantas. La primera planta o planta noble se ha
identificado con el palacio del comendador. En el lado sur de esta
planta se abre un magnífico ventanal decorado con arcos entrelazados. La
segunda planta se ha relacionado con el dormitorio y en ella se abre
una gran ventana geminada. En cuanto a la tercera planta, según los
datos obtenidos tras el estudio de las marcas de cantero, parece ser que
ya se construyó en el siglo XIV, aunque más tarde se reconstruyó.
Sufrió una importante remodelación en el siglo XVI, en tiempos de D.
Juan de Lanuza.
Pero sin duda si por algo es conocido el castillo de
Alcañiz es porque conserva uno de los conjuntos de pintura mural gótica más interesantes
de Aragón y muy escasa en España. Estas pinturas datan de la primera
mitad del siglo XIV, y constituyen una interpretación regional o local
del estilo franco-gótico o gótico-lineal. Siguiendo un criterio
topográfico, se pueden distinguir en primer lugar las pinturas de la
planta noble de la torre del Homenaje, donde se desarrollan temas
conectados con las hazañas bélicas del rey Jaime I. En las
pinturas del atrio o planta baja de la torre domina la temática
religiosa, mientras que en las del claustro, muy perdidas, destaca un
gran arcángel San Miguel.
En el siglo XVIII el
infante Don Felipe llevó a cabo una profunda reforma del ala sur del
castillo medieval, a partir de la cual se creó el gran palacio de los
Comendadores, actualmente habilitado como Parador Nacional. En él
destaca su fachada principal, que sigue la tradición del palacio
aragonés del tardorrenacimiento. Está flanqueada por dos torres y
dividida en tres plantas, la inferior de piedra sillar y las dos
superiores de ladrillo. En la planta noble se abren balcones y en la
superior se desarrolla la característica galería aragonesa, creada por
una sucesión de arcos de medio punto y coronada por un gran alero.
Tras un periodo de
ruina, en 1925 el castillo de Alcañiz fue declarado Monumento Nacional, y
ya en los años cincuenta fue parcialmente reformado. En la década
siguiente, y con la intención de habilitar parte de él como Parador
Nacional, se llevó a cabo una profunda reforma y consolidación de este
magnífico conjunto
viernes, 13 de noviembre de 2015
TORRE DEL SALVADOR
Hoy
voy a empezar a presentaros uno de los monumentos que podemos ver Teruel, mi
ciudad, y voy a comenzar con uno de los elementos más reconocibles del Skyline
de Teruel
La
Torre de El Salvador se levanta adosada a la iglesia del mismo nombre en el
centro de la calle de El Salvador que transcurre por su paso inferior. La fábrica
de la iglesia a la derecha y edificios de viviendas a la izquierda cubren buena
parte de dos de sus laterales, mientras que la estrechez de la vía la encajona
de tal manera que hace complicado el conseguir una buena toma general de la
misma así como su vista de conjunto.
Su
interior acoge el Centro de Interpretación del Mudéjar, que resulta de lo más
interesante y aconsejable, ya que se trata de una de las escasas oportunidades
que tenemos de contemplar la estructura interior de las torres mudéjares aragonesas.
La entrada se realiza a través de una pequeña puerta situada a la derecha
subiendo desde el Paseo del Ovalo, justo antes de llegar al paso inferior. Este
acceso que no es el original, ya que este se encuentra en el interior de la
iglesia, se acondicionó precisamente para hacerla accesible al público,
completando la visita con la proyección de audiovisuales sobre el mudéjar de la
ciudad, un espacio expositivo y diversos paneles explicativos que ayudan a
conocer y entender este tipo de construcciones que tanto se prodigaron en el
territorio aragonés a partir del siglo XIV y hasta bien entrado el XVII.
Presenta
estructura de alminar hispano-musulmán a base de una torre cuadrada a la que
envuelve otra del mismo tipo. En el espacio que queda entre ambas discurre la
caja de escaleras que se cubre con bovedillas por aproximación de hiladas o
enjarje, dispuestas de forma escalonada en los tramos de subida mientras que en
los tramos rectos crean una especie de artesa invertida.
La
torre interior abarca todo el primer cuerpo hasta el de campanas y está
dividida en tres salas superpuestas a las que se accede desde la caja de
escaleras.
Las
tres salas se abovedan con crucería sencilla. En la primera los nervios son
abaquetonados mientras que en las dos superiores tienen forma rectangular. Unos
pequeños óculos se abren en la parte superior de la bóveda hacia las escaleras.
El cuerpo de campanas es hueco en toda su altura. En su interior
se han habilitado unos soportes para sujetar las campanas que antes colgaban de
los vanos y de esta manera poder quedar a la vista.
Dado el doble sistema de vanos que se abren en cada lado, este
espacio queda conformado por un considerable número de aberturas dispuestas en
dos alturas.
La cubrición de la torre se realizó con una bóveda de ocho paños
que arrancaba de los centros de los lados y de cuatro arcos diagonales en las
esquinas. Los espacios entre estos arcos y los ángulos de la torre se cierran
con bóvedas por aproximación de hiladas. Actualmente está cubierta ha sido
sustituida por una estructura de hormigón de ocho paños planos que sirven de
apoyo a la cubierta.
La decoración de la fachada está realizada con cerámica blanca y verde y resaltes realizados con los propios ladrillos de la estructura de la torre. Aunque los motivos decorativos se repiten en los cuatro lados, varía su anchura ya que la torre presentan planta ligeramente rectangular con una diferencia de más de un metro entre sus caras este (8,94 metros) y norte (7,85 metros), lo que hace que en esta cara y la sur los temas se dispongan con un número menor de elementos.
En cuanto a la fecha de su construcción, hay que situarla en la primera mitad del siglo XIV, desde luego con posterioridad a 1315-1316, años en los que se ha fechado la torre de San Martin (su llamada “torre gemela” de la que hablaremos más adelante).
miércoles, 4 de noviembre de 2015
ACUEDUCTO ROMANO DE ALBARRACIN - CELLA
Este
fin de semana de puente me he decidido a visitar otro de los grandes
desconocidos de la provincia a pesar de la gran importancia que se le debe
atribuir a esta obra.
El acueducto romano de Albarracín-Gea de
Albarracín-Cella probablemente sea la mayor obra de ingeniería romana
conservada en la actualidad en Aragón y una de las obras hidráulicas más
importantes en la península Ibérica. Por otro lado, podemos estar hablando de
uno de los primeros trasvases de aguas entre distintas cuencas en la historia,
por cuanto el acueducto captaba agua de la cuenca del actual Guadalaviar-Turia
y la trasvasaba a la cuenca del Jiloca-Jalón-Ebro. Este acueducto abastecía de agua a un pequeño
núcleo urbano que se levantaba en la actual población de Cella. De este núcleo
urbano se sabe más bien poco, pues no se han realizado excavaciones
arqueológicas de importancia. Se cree, debido al gran caudal que debía conducir
el acueducto, que su uso podría ser de tipo industrial o agrario, pero este
punto no se podrá corroborar haste que no realicen nuevos descubrimientos a
este respecto.
El acueducto está datado en el siglo I
d. C., como la mayoría de las grandes obras realizadas en Hispania y en actual
Aragón en época romana. Esta datación fue posible gracias al descubrimiento de
una pieza de cerámica durante las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en
el Acueducto durante el siglo pasado.
En cuanto a su complejidad la mayor
traba a la hora de realizar el acueducto estribaba en la gran distancia entre
los dos extremos del acueducto (unos 25 kms entre Albarracín y Cella) y la orografía de su recorrido,
pues, siguiendo parcialmente el cauce del río Guadalaviar, se adentraba en las
estribaciones de la sierra de Albarracín, lo que, sin duda, complicaba los
trabajos y obligaba a realizar un trazado que se adaptara a esta orografía y
aprovechara las curvas de nivel para mantener la pendiente suficiente para que
el agua fluyera por el acueducto. A esto
debemos añadir que la calidad de la piedra por la que se escavo el acueducto no
es muy buena, por lo que decidieron
escavarlo siguiendo el contorno de las montañas en vez de atravesarlas, lo que
les permitió realizar registros en los laterales en vez de los típicos putei o
pozos que eran mucho más comunes en otros acueductos. Solo en uno de los últimos tramos del acueducto
optaron por este segundo método. El acueducto de Albarracín-Cella no tiene conservados,
y es probable que nunca tuviera, arcos que en algún punto de su recorrido permitieran
salvar un desnivel.
El trazado del acueducto de
Albarracín-Cella en su primer tramo corre paralelo al río Guadalaviar, del que
tomaba las aguas, y prontamente se introducía en galerías excavadas en la roca
que alternaban con canales a cielo abierto.
En total, de sus casi 25 kms, fueron excavados en la roca 9 kms.
En la construcción de estas galerías
subterráneas se calcula que se extrajeron unos 50.000m3 de roca; el canal
–specus- a lo largo de su recorrido mantiene de manera general y de media un
desnivel de 3/1000 y se calcula que el caudal de agua que por él fluía sería de
unos 300 litros por segundo.
No se sabe cuándo cayó en desuso el
acueducto, pero sí se sabe que en la conquista cristiana de Cella el acueducto
ya no se usaba, pues tuvieron que crear su propio abastecimiento de agua (el
magnífico y gran pozo artesiano de Cella, datado en el siglo XII, es testimonio
de esta necesidad de agua en época cristiana).
Lo que sí se sabe es que con su abandono, las galerías excavadas en la
roca sirvieron de refugio para pastores y agricultores y como guaridas de
animales durante siglos.
DESCRIPCION DE LOS DISTINTOS TRAMOS :
Tramo I - Azud del Albergue de Albarracín: aunque el azud es moderno, por las cotas de altitud, por el trazado y por los restos del acueducto, la captación de aguas para el acueducto romano debía de realizarse en un punto muy cercano a este azud. Esa captación de agua se haría mediante una pequeña presa –caput aquae- en la orilla izquierda del río. Probablemente la construcción de la carretera A-1512 destruyó en su día el primer tramo del acueducto desde la toma del agua hasta las galerías cercanas al castillo de Santa Croche.
Tramo
II - Galería de los Espejos y Túnel próximo al castillo de Santa Croche:
es el primer tramo conservado del acueducto, donde este transcurre por el
interior de la montaña en galerías excavadas; tras un pequeño tramo a cielo
abierto, semejante a una acequia, el acueducto se adentra en la montaña, donde
la proximidad del specus al exterior de la montaña permitió que se abrieran
muchas lumina al exterior. En estas
galerías la altura media es 1,95 metros y la anchura 1,25 metros.
Tramo
III - Azud de Gea de Albarracín:
aquí el acueducto transcurre excavado en la roca paralelo al cortado de la
montaña sobre el río Guadalaviar con numerosas lumina a intervalos regulares.
Este tramo resulta un poco peligroso debido a los desprendimientos que en
algunas ocasiones se producen, pero con cuidado puede hacerse sin ningún
problema.
Tramo
VI - La Tejería: aquí se pueden observar
los dos últimos pozos –putei- del acueducto antes de que este saliera a cielo
abierto cerca de Cella. A partir de aquí
el acueducto transcurrirá a cielo abierto por el barranco de Rubiol y estará
realizado de manera artificial con un canal cuyos muros estarán hechos con
mampuesto y argamasa.
Tramo VII - Las Eras de Cella: durante 2 kms el canal –specus- del acueducto transcurre a cielo abierto, excavado sobre la roca a una profundidad de un metro y una anchura de 0,60 metros; se pueden observar distintos tramos del acueducto a cielo abierto recuperados en los últimos años.
viernes, 30 de octubre de 2015
EL CASTILLO DE PERACENSE
En esta segunda entrada le toca el turno, según mi humilde opinión, a uno de los castillos más bonitos de la provincia: El castillo de Peracense.
El castillo de Peracense se encuentra situado sobre una atalaya rocosa, rodeada de acantilados, siendo su situación un sistema defensivo natural. El castillo está documentado desde 1284, apareciendo como castillo de "Piedra Solez" y fue utilizado por Pedro III como base para la conquista de Albarracín.. El castillo se construyó con material autóctono de la zona, que es el rodeno. La fortaleza es de planta irregular y se divide en tres recintos sucesivos y escalonados: los dos inferiores ocupan una superficie relativamente plana sobre un espolón rocoso, mientras que el superior, de escasas dimensiones, se sitúa sobre un peñasco al que había que acceder por una escalera auxiliar.
El castillo de Peracense se encuentra situado sobre una atalaya rocosa, rodeada de acantilados, siendo su situación un sistema defensivo natural. El castillo está documentado desde 1284, apareciendo como castillo de "Piedra Solez" y fue utilizado por Pedro III como base para la conquista de Albarracín.. El castillo se construyó con material autóctono de la zona, que es el rodeno. La fortaleza es de planta irregular y se divide en tres recintos sucesivos y escalonados: los dos inferiores ocupan una superficie relativamente plana sobre un espolón rocoso, mientras que el superior, de escasas dimensiones, se sitúa sobre un peñasco al que había que acceder por una escalera auxiliar.
La muralla exterior con sus mas de
300 metros de longitud, protege los flancos sur y oeste, ya que los lados norte
y este quedan protegidos por los acantilados sobre los que se levanta el
castillo. Es una cuidada, construcción de sillería abovedada muy bien conservada.
Unas escaleras conducen desde el interior hasta la terraza y los caminos de
ronda adyacentes. El foso por el que discurre la nueva carretera, se dispuso en
la zona menos abrupta, hacia del lado de Castilla. Este se refuerza por tres
torreones rectangulares, saeteras y almenas. Posee esta muralla dos niveles de
aspilleras superpuestas, las torres fueron levantadas sobre la propia roca y
tuvo que ser parcialmente repicada para formar un foso exterior.
Traspasada la puerta de entrada al
castillo accedemos al Recinto exterior En este recinto exterior es donde
se situaba la albacara que era el lugar donde se protegía la población junto
con sus rebaños en caso de peligro. Este recinto era el primer muro de
contención ante un posible enemigo.
La existencia de unas caballerizas situadas en el lado sur y pegadas a uno de los lados de la muralla, nos hace entender que en su interior debían alojarse tropas de caballería, junto con las tropas de infantería habituales del castillo. Los huecos practicados en el muro son los pesebres de los animales.
Un lienzo de muralla separa el recinto exterior del recinto intermedio y casi enfrente de la puerta principal encontramos la puerta de acceso a este. Una gran torre de sillería de planta cuadrada protege la entrada. La torre dispone de una planta baja y una terraza que sirve para la defensa tanto de esta puerta como de la principal que se encuentra enfrente. En este recinto y en el actual lugar donde se sitúa el museo del castillo, es donde probablemente se instalarían los alojamientos de los defensores del castillo.
En este recinto intermedio, es donde se sitúa la plaza de armas del castillo. Aquí se sitúa el aljibe principal. Excavado en el suelo, dispone de una planta rectangular de 3 metros de ancho por 5,20 metros de largo y 4 metros de profundidad, lo que equivale a 60.000 litros de agua. Según cálculos con el aljibe a su mayor capacidad podría abastecer a cincuenta hombres y una docena de caballos durante dos meses.
La existencia de unas caballerizas situadas en el lado sur y pegadas a uno de los lados de la muralla, nos hace entender que en su interior debían alojarse tropas de caballería, junto con las tropas de infantería habituales del castillo. Los huecos practicados en el muro son los pesebres de los animales.
Un lienzo de muralla separa el recinto exterior del recinto intermedio y casi enfrente de la puerta principal encontramos la puerta de acceso a este. Una gran torre de sillería de planta cuadrada protege la entrada. La torre dispone de una planta baja y una terraza que sirve para la defensa tanto de esta puerta como de la principal que se encuentra enfrente. En este recinto y en el actual lugar donde se sitúa el museo del castillo, es donde probablemente se instalarían los alojamientos de los defensores del castillo.
En este recinto intermedio, es donde se sitúa la plaza de armas del castillo. Aquí se sitúa el aljibe principal. Excavado en el suelo, dispone de una planta rectangular de 3 metros de ancho por 5,20 metros de largo y 4 metros de profundidad, lo que equivale a 60.000 litros de agua. Según cálculos con el aljibe a su mayor capacidad podría abastecer a cincuenta hombres y una docena de caballos durante dos meses.
Por las características de su construcción, está fechada en el siglo XV.
Cerca del aljibe se ha encontrado una
zona con enterramientos, en este sector se han encontrado además restos de una
pequeña capilla y un minúsculo cementerio. Esta circunstancia se debe a que el
castillo era autosuficiente en caso de guerra.
El recinto superior está construido en la punta de un espolón rocoso que domina todos los alrededores.
Todo este recinto superior presenta una complicada distribución muy propia para la defensa, pues allí se guardaban las provisiones, el armamento, dos aljibes, la nevera y todo aquello de valor que pudiera tener el castillo. Era el último reducto defensivo del castillo y el más importante.
El recinto superior está construido en la punta de un espolón rocoso que domina todos los alrededores.
Todo este recinto superior presenta una complicada distribución muy propia para la defensa, pues allí se guardaban las provisiones, el armamento, dos aljibes, la nevera y todo aquello de valor que pudiera tener el castillo. Era el último reducto defensivo del castillo y el más importante.
Era la parte más protegida del castillo
debido a las características del terreno en donde se asienta en lo alto del
espolón rocoso. El acceso a su interior se hacía a través de un puente levalizo
que se apoyaba en su exterior sobre un andador de sillería macizo al que se
accedía por escalones ocultos hasta realizar la excavación arqueológica. Hoy día
su acceso se realiza a través de una escalera de madera.
La Torre del Homenaje no posee estancias interiores, funciona
como un muro-pantalla construido en sillería de buena factura que defiende el
inexpugnable recinto superior.
Las obras de restauración dieron comienzo en 1987 según el proyecto del arquitecto Pedro Ponce de León, y tras trece años de trabajos quedó totalmente reformado y abierto al público. Reconstruidas las murallas tras una gran labor de cantería, se continuó con las torres vigías del Hospital y del Homenaje, para pasar luego a las estancias interiores, salones, caballerizas, aljibes, capilla y cementerio anexo.
Las obras de restauración dieron comienzo en 1987 según el proyecto del arquitecto Pedro Ponce de León, y tras trece años de trabajos quedó totalmente reformado y abierto al público. Reconstruidas las murallas tras una gran labor de cantería, se continuó con las torres vigías del Hospital y del Homenaje, para pasar luego a las estancias interiores, salones, caballerizas, aljibes, capilla y cementerio anexo.
Paralela a la restauración del castillo, se efectuaron
excavaciones arqueológicas en el mismo solar del castillo por José Luis Ona,
que proporcionaron bastantes piezas de la Edad del Bronce y de las culturas
ibérica y romana, que fueron catalogadas por Octavio Collado Villalba. Con
estos y otros materiales, como monedas de plata medievales, y una excelente
colección de armaduras, se ha formado un bonito museo que complementa la visita
al castillo.
Acontinuacion os dejo un video encontrado en youtube en el que podeis ver las vistas aereas del Castillo.
Acontinuacion os dejo un video encontrado en youtube en el que podeis ver las vistas aereas del Castillo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)